"Ese largo y angustioso escalofrío que parece mensajero de la muerte, el verdadero escalofrío del miedo, solo lo he sentido una vez. Fue hace muchos años, en aquel hermoso tiempo de mayorazgos, cuando se hacía información de nobleza para ser militar..."
Dada la fecha en la que nos encontramos, me ha parecido apropiado traer al blog este magistral relato de Valle-Inclán. Se publicó por primera vez en un periódico en 1902 y fue reproducido en diversos periódicos y revistas de la época. Está considerado como uno de los cuentos más relevantes del autor y por eso es habitual encontrarlo en las antologías de su obra.
Nos encontramos ante un relato autodiegético, narrado en primera persona por el protagonista, un anciano que comparte con el lector un hecho acaecido en su juventud: el joven acaba de obtener los cordones de Caballero Cadete. Antes de entrar en el Regimiento del Rey como granadero, su madre quiere que reciba la correspondiente bendición en el pazo familiar de mano del Prior de Brandeso. Allí se disponde a hacer exámen de conciencia, acompañado de su madre y hermanas pequeñas, cuando tendrá lugar un escalofriante suceso...
En tan solo una páginas, Valle-Inclán nos presenta a un joven maleable, sumiso y obediente, a sus hermanas pequeñas (muy secundarias), y a su madre, una mujer tradicional y de carácter. Pero, sin duda, lo más destacable en este relato es la ambientación en la que el autor logra introducirnos desde prácticamente el principio. Mediante retablos, sepulcros y velas, nos adentramos en la oscura capilla del pazo solariego, donde la atmósfera se vuelve tenebrosa y sobrecogedora, donde se intuye que va a tener lugar un misterioso y espeluznante suceso que causará horror y miedo en los presentes.
Frases cortas y efectistas para una narración impecable y un cuento de lo más inquietante. Imprescindible.
"Tuve miedo como no lo he tenido jamás, pero no quise que mi madre y mis hermanas me creyesen cobarde, y permanecí inmóvil en medio del plebisterio, con los ojos fijos en la puerta entreabierta. La luz de la lámpara oscilaba. En lo alto mecíase la cortina de un ventanal, las nubes pasaban sobre la luna, y las estrellas se encendían y se apagaban como nuestras vidas".
Otras entradas publicadas en años anteriores por estas fechas:
Lo leí hace tiempo y me pareció muy bueno, con una ambientación muy siniestra.
ResponderEliminarUn beso
Apuntado, que a mí esto me gusta y además no había oído hablar de él.
ResponderEliminarUn beso
Pues este me lo apunto :-)
ResponderEliminarBeoss.
Yo de Valle Inclán no he leído nada, pero siendo relato no me apetece mucho
ResponderEliminarBesos
Como que estas lecturas son siempre un acierto. Justo esta no la he leído, pero todo se andará. Muchas gracias por tu recomendación. Saludos desde locura de lectura
ResponderEliminarNo he leído nada de Valle Inclán. Puede que un relato sea una buena opción para empezar.
ResponderEliminarBesos y feliz noche de Halloween ;-)
No conocía este relato pero me ha picado la curiosidad, así que me lo apunto: hace mucho que no leo a Valle-Inclán y ya toca.
ResponderEliminarAbrazo!
Muy apropiado.
ResponderEliminarMe la apunto sin dudar. El año pasado te hice caso y leí a Pardo Bazán (que aún no he reseñado, por cierto, vaya retraso llevo) y me gustó mucho, así que hoy lo tengo más que claro.
ResponderEliminarFeliz día de Todos los Santos.
Nunca lo he leído, me lo reservo para Halloween del año que viene jajajajaja
ResponderEliminarBesos
No lo conocía pero me lo llevo apuntado que leo pocos clásicos. Un beso
ResponderEliminarMe encanta, alguna vez yo he llevado este libro por estas fechas. Este año estoy vagucia, la verdad
ResponderEliminarBesos
lo que he leído del autor me ha gustado. No me importaría leer esta.
ResponderEliminarGracias por traerlo porque estas fechas lo merecen.
ResponderEliminarTomo nota de este relato. Seguro que lo disfruto. Me encanta Valle-Inclán. Besos.
ResponderEliminarUff siglos sin leer al autor... Qué bien recordar sus títulos y remotar estas lecturas. Besos
ResponderEliminarDe Valle-Inclán solo he leído Divinas palabras y Sonata de invierno, pero me impactó muchísimo su "esperpento". Tomo buena nota de este relato. Gracias y abrazos.
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