"Durante las primeras horas he sentido la necesidad de mantener sus manos entre las mías, pero poco a poco me he encontrado unos dedos sin caricias y he sentido miedo de que fuera ese el recuerdo que quedara grabado en mi piel insatisfecha".
Todavía queda mucho año por delante y no sé qué pasará, pero voy intuyendo algunas cosas que creo serán las mejores de mi año. Tengo la certeza de que el 23 de abril pasará a ser uno de mis mejores días del 2021. Aquel fin de semana iba a ser un homenaje a los libros y a tres amigas que se lo iban a dedicar a ellas mismas; aquel viernes acabamos siendo cinco y se superaron, con creces, las expectativas. Surgieron y nacieron muchas cosas, y esta lectura conjunta fue una de ellas. Una lectura que ha roto con el ambiente de jolgorio que solemos tener entre las cinco.
A veces las palabras se quedan cortas para expresar lo que ha supuesto una lectura. “Los girasoles ciegos” es uno de esos casos; era un eterno pendiente que esperaba en mis estanterías hasta que el 23 de abril nos llevó hasta él.
Poco puedo decir que no se haya dicho ya de este conjunto de cuatro relatos devastadores sobre los vencidos en la Guerra Civil. Cuánta dureza en lo que cuenta y cuánta belleza en la forma de contar de Alberto Méndez. Cuántos contrastes, cuánta poesía, cuánta fuerza en cada palabra, en cada oración, en cada párrafo. Ningún fragmento queda ajeno al empleo maravilloso del lenguaje por parte del narrador, ni siquiera los títulos que dan pie a cada una de las historias.
Es un libro breve, sin artificios innecesarios, pero de una intensidad y sensibilidad sobrecogedoras, y es que cada vez lo tengo más claro: menos es más. Estamos ante un canto a la dignidad (como afirmaría el propio autor) en evitación del olvido, a través de unos personajes inolvidables que se entrecruzan en algunas de las historias. El segundo relato (“Manuscrito encontrado en el olvido”) y el cuarto (el que da título al libro) son los que más me han impactado, puro desgarro, especialmente en dos momentos que ya comenté con mis compañeras de lectura y que guardo para mí, por si no lo habéis leído.
Solo añadir que, si os gustó este libro y os golpeó tanto como a nosotras, hacedme caso: leed “El viejo del puente”, de Hemingway. Un relato corto de tal envergadura que Libros del Zorro Rojo decidió darle el protagonismo que merecía publicándolo individualmente en una edición ilustrada y con el interesantísimo epílogo de Ian Gibson (segunda foto). Palabrita de Ro.
Este libro es una joyita. Me apunto el relato de Hemingway, quien, por cierto, es un autor con el que no me he estrenado aún.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues sí, menuda pedrada os habéis dado. Libro duro donde los haya. A mí estas historias me recuerdan a las personas que me las contaban y ya no están y me dejan un poco regular. Ahora mismo no lo leería.
ResponderEliminarRespecto al relato de Hemingway creo que fue el que leí, lo único que he leído de este autor, en otra ocasión en la que lo recomendaste.
Besos
Besos
Pues sí, he ido a la reseña del cuento y es el que yo pensaba. Algún día me encontraré de nuevo con Hemingway ;).
EliminarUn abrazo
Buenos días, Rocío:
ResponderEliminarYo también tengo el libro en mi estantería sin leer desde hace tiempo. Cuando lo haga me acordaré de ti y de tus palabras.
Un abrazo y felices lecturas!!
yo tabién destaco el segundo y el cuarto relato. Pero todos transmiten tristeza y dejan la sensación de derrota de los personajes.
ResponderEliminartomo nota del libro que recomiendas de Hemingway.
Un abrazo
Pues me reconozco mucho en tu observación de "menos es más", me doy cuenta de que cada día lo aprecio y disfruto más. Es todo un arte condensar tanto en tan pocas palabras, en tan concisas y directas frases. Me lo llevo bien apuntado. Qué recuerdo tan bonito el del 23 de abril ¡brindo por atesorar otros tan valiosos como ese! Un besazo.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarno puedo dejar pasar esta recomendación aunque no sea de un género del que suela disfrutar y mi momento personal actual me impida leerlo ahora. Lo apunto para más adelante.
Un beso
Pues yo no los he leído así que me lo llevo anotado así como el del puente, que ya he visto insistías por redes que había que leerlo. La reseña te ha quedado como lo que se intuye del libro, muy sentida.
ResponderEliminarBesos
Yo no soy nada de relatos, pero este libro lo leí hace un montón de años y me impactó. Tomo nota de la recomendación de Hemingway.
ResponderEliminarBesos.
Me sorprendió mucho que fuera un volumen de relatos. Pensé que la película estaba basada en una novela. Me gustan mucho los relatos, y no me importaría acercarme a ellos. Y es verdad, menos es siempre más. Besos
ResponderEliminarEste es de esos libros que llevo viendo años y que nunca me animo siquiera a comprar. Y te leo y sé que me estoy perdiendo muy buena literatura, pero es que sigo sin creer que esté en el momento para ponerme con él ni termina de llamarme totalmente la atención. El de Hemingway sí que me tira mucho más; si soy honesta, probablemente caiga antes.
ResponderEliminar¡Besote!
Uy, no, con este libro no me veo. Tampoco creo que me anime con el de Hemingway.
ResponderEliminarUn beso.
Me apetece mucho leer sobre el tema y este me lo recomendaron tanto que lo compré. Algún día caerá, me alegro de que te haya gustado tanto.
ResponderEliminarUn saludo,
Laura.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe he liado con el comentario y no sé por qué lo he eliminado xDD
ResponderEliminarDecía que llegué al libro tras ver la peli, que me encantó y lloré a mares... y el libro me flipó igual, aún siendo duro. Muy recomendables ambos.
Besotes
Hola Sra. o Sr.
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