Todos los veranos del mundo. Mónica Gutiérrez.


No cabe duda de que, Mónica Gutiérrez, a quien desde hace mucho sentimos como nuestra Serendipia, se ha hecho un hueco en el corazón de muchos lectores con sus historias amables. Saber que publica algo nuevo siempre es una buena noticia, y más en estas fechas donde, por lo menos a mí, me apetece recurrir al feelgood.

Todos los veranos del mundo es una invitación, tras una preciosa cubierta, a viajar al pasado, a los veranos de la infancia. Eso es lo que hace la protagonista, Helena, que tras años de ausencia, decide volver al Serralles, el pueblo de sus padres, donde veraneaba con la familia y donde ha decidido casarse. Allí tendrá lugar el reencuentro con su madre, hermanos, sobrinos y entrañables vecinos del pueblo, incluido Marc, su mejor amigo de la niñez, de quien hace años que no sabe nada.

Helena es una abogada algo estereotipada prometida con Jofre (abogado más estereotipado todavía)  que regresa a Serralles para preparar su boda. Lo hace sin mucho convencimiento y sin tomarse demasiado bien los cambios y novedades inesperadas tras los años de ausencia, pero bastarán unos días en el pueblo, el retomar el contacto con viejas costumbres y antiguos habitantes o el descubrimiento de una librería muy peculiar para que se relaje y empiece a disfrutar del entorno que le rodea. 

Mónica nos presenta a una familia donde cada miembro es muy diferente del resto, donde cada uno tiene su forma de afrontar las zancadillas de la vida. Helena, la protagonista, es una mujer anclada en la estabilidad de sus esquemas laborales y sentimentales, pero su familia le hará replantearse muchos aspectos de su día a día. Por otro lado, el reencuentro con Marc será decisivo a la hora de hacer frente a su inseguridad, al miedo a equivocarse, al miedo a salir de la zona de confort...a reencontrarse consigo misma.

En esta ocasión estamos ante una historia más romántica que feelgood (mucho más) que se ajusta a la fórmula a la que la autora nos tiene acostumbrados, que nos hace disfrutar y que deja buen sabor de boca. Un libro divertido, muy entretenido, lleno de guiños literarios (si tenéis reciente la lectura de La librería del señor Livingstone os sonarán muchos de ellos). 

Si queréis escapar este verano a un lugar lleno de promesas de futuro, tomar una buena limonada casera, desconectar de todo y de todos, conocer gente entrañable, econtrar hadas camufladas entre humanos, visitar una curiosa librería donde también sirven el té y dejar que el amor surja entre recuerdos y copas de vino, este es vuestro título. 

 

Comentarios

  1. También soy fan de Mónica :) No me he hecho todavía con el libro pero caerá seguro. Me quedo con eso de que es más romántica que feelgood.

    Besos!

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  2. Hola!
    Este libro lo he visto por algún blog y me llama la atención. Lo apunto.
    Besitos :)

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  3. Coincidimos. Aunque a mí la parte romántica es lo que menos me ha convencido. Pero esos recuerdos y la capacidad de transportarte a los tuyos es genial y provoca feelgood. También la familia ha tenido su valor, me ha gustado la adolescente y la relación entre hermanos.
    Besotes!!

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  4. Me encanta como escribe Mónica. Y por lo que estáis contando, con este libro voy a seguir disfrutando con sus historias, con sus personajes, con sus emociones...
    Besotes!!!!

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  5. Me recuerda mucho a 'El verano en el que me enamoré'. Lo tendré en cuanto, muchas gracias por la entrada. xD

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  6. Parece una lectura perfecta para estas fechas, no me importaría leerlo.
    Besos.

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  7. Tengo "La librería del señor Livingstone" en mi lista de pendientes, que creo que me va a gustar :-) Este me llama menos.
    Besos.

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  8. Me ha gustado leerla. Sencilla, fresca y que te reconforta.

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  9. Desde luego que en verano apetece estas lecturas por los recuerdos de veranos de amores que nunca se olvidan. _Bueno... otros si que son para olvidar jajajaja

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  10. ¡Muchas gracias! Es una lectura de verano, sí señora, ligerita y simpática. Y es verdad que esta me ha salido más romántica que feelgood, creo que es la más romántica que tengo. Por aquí, cambiando de estación ;-) Mil gracias por leerme de nuevo, un honor encontrar reseña en este blog que, para mí, es de la familia. Besotes

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  11. Normal que te haya gustado. Es muy guay y sí, estoy contigo, creo que de las novelas de Mónica que he leído es la más romántica pero bueno, hasta yo tengo ese toque rosa de vez en cuando jaja ¡Besos!

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  12. Paso de puntillas, monina, porque espero leerlo ASAP.
    Me ha tocado en el sorteo de Inquilinas, y qué ilusión, liriliii.
    Besos.

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  13. ¡Hola!

    Yo creo que con este no me animo; no me va nada el feelgood y las románticas tampoco es que apasionen. Tengo curiosidad por leer algo de la autora pero ahora mismo tengo muchos libros en cola que me apetecen más.

    Un beso guapa

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  14. Mira que no quería leer la reseña, porque estoy ahora mismo con él entre las manos. Pero, chica, ha sido mirar de reojillo algunas frases y caer en picado. Por lo que llevo leído, estoy de muy de acuerdo con lo que nos dices de ella. Espero que siga así porque la estoy disfrutando mucho. Abrazos.

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  15. Lo tengo preparadísimo en la estantería. A ver si despejo lecturas a medias, que lo quiero leer tranquilina y disfrutándolo.

    ¡Besote!

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  16. Me gustó mucho, Mónica siempre me deja con una sensación de tranquilidad y de buen rollo tremendas
    Besos

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  17. No quiero mirar mucho porque lo leeré en cuanto aterrice en la playa. Ganas tengo ya. Besos

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  18. Le toca el turno en septiembre. De Mónica leí todas sus publicaciones, y es una autora que no defrauda. Tu reseña refrenda lo que acabo de comentar. Besos.

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