Hiromi Kawakami (Tokio, 1958) estudió Ciencias naturales y fue profesora de Biología, hasta que publicó su primera novela. Sus trabajos han recibido numerosos premios literarios. Este es el primer libro suyo que leo.
Tsukiko tiene 38 años. Es una mujer solitaria e independiente. Frecuenta una taberna al salir del trabajo, donde come siempre algo antes de volver a casa. Ella es quien nos cuenta que un día se encuentra allí a su profesor de japonés del instituto, actualmente bien entrado en la tercera edad. Él la reconoce, pero ella casi no lo hace, pues no le entusiasmaban sus clases ni guardaba ningún recuerdo significativo de él. A partir de ese día, comenzarán a coincidir con frecuencia, compartirán su soledad y nacerá entre ellos una relación muy especial.
Tsukiko nunca llama al profesor por su nombre (Harutsuna), le llama "maestro". Entre ellos surge una especie de pacto tácito: no intercambian los teléfonos, no quedan ningún día ni a ninguna hora en concreto, pero se buscan cuando acuden a la taberna. Allí comen, beben, hablan de todo y de nada. Cuando Tsukiko acude a la taberna y no se encuentra con él, lo echa de menos. Nuestra protagonista va notando cómo el maestro empieza a estar presente en su cabeza y en su corazón, pese a la diferencia de edad (unos treinta años) y lo serio, distante y chapado a la antigua que es. Sin embargo, él parece, a priori, no vivir la relación que tienen del mismo modo que ella...
Compré este libro hace unos seis años, cuando estaba editado por
Acantilado (ahora por Alfaguara), pero no ha sido hasta hace
relativamente cuando lo he leído. Estamos ante una novela que no puedo recomendar a todo el mundo. De hecho, a día de hoy todavía ando procesándola, pues hay momentos en los que la decepción me ha podido, los diálogos no me parecían creíbles y la historia casi no avanzaba, por no hablar de que la gastronomía japonesa, que no solo no me gusta, sino que me da grima, y aquí está muy , pero que muy presente. No obstante, hay otros momentos en los que algunos acontecimientos y el estilo poético de la narración me han conmovido (especialmente la parte final).
Es una novela pausada y, en cierto modo, algo contenida, que cuenta más entre líneas, va más allá de las palabras. No hay romanticismo ni azúcar, sino gestos imperceptibles, cotidianos, soledad y sabores compartidos. Nada es idílico, tampoco los personajes, que se muestran muy naturales e imperfectos, alejados de estereotipos, como la historia en sí (algo que me ha encantado, por cierto). Tsukiko es inconformista, poco femenina en su estilismo, llena de manías y rarezas. El maestro anda encorvado, nunca se separa de su maletín, las arrugas ya protagonizan casi todo su cuerpo. Es un hombre tradicional, algo seco y arisco.
La literatura japonesa no está muy presente en mis lecturas, y eso ha podido influir en que no haya sabido llegar al tesoro que encierra esta historia. El cielo es azul, la tierra blanca tiene una adaptación manga y otra cinemátográfica y, hablando de cine, me ha resultado inevitable pensar en la película "Lost in translation", curiosamente una de mis favoritas, y digo curiosamente, porque ni de lejos me han gustado por igual pese a las similitudes.
Llegados a este punto, solo puedo repetir lo dicho unas líneas más arriba. No puedo recomendarla. Tampoco no hacerlo. La decisión es vuestra.
En general la novela japonesa no creo que sea para todo el mundo. A mí me gusta mucho per lo que comentas me tira para atras
ResponderEliminarYo no congenio nada con la literatura japonesa, ni procedente de Asia en general, así es que no me lo llevo.
ResponderEliminarUn beso
Lo poco que he leído de literatura japonesa me ha gustado pero esta historia no me parece interesante.
ResponderEliminarLo he leído, a mi si me gusta la literatura japonesa.
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarA mí me siempre me ha llamado mucho la atención la literatura asiática así como la africana (esta última me suele gustar más) pero este libro no me llama nada, igual por los "peros" que lo pones.
Un beso
Coincido con lo de la cocina japonesa. Es más, creo que de verdad a nadie le gusta, pero se empeñan, como con el brócoli.
ResponderEliminarDicho esto, es una novela que creo que sí me podría gustar, porque me llama eso de lo escrito entre líneas y los silencios. Me la llevo para el futuro.
Besos
Como dice albanta por ahí arriba, es que la literatura japonesa no es para todo el mundo. A mí sí me gusta, pero tiro normalmente para novelas menos intimistas y más truculentas o raras (mi último descubrimiento fue Edogawa Rampo, que sí que es un autor que no me atrevería a recomendar a la ligera, es muy especialito). Este me lo llevo pero sin prisas.
ResponderEliminar¡Besote!
El tema de que gracias a su narración etc el final te haya llegado y aún sigas pensando en la historia es un punto a favor pero los puntos negativos que destacas también...esta vez nos lo dejas difícil ;)
ResponderEliminarUn beso!
Las novelas japonesas que he leído son así: con relaciones extrañas, pausadas, reflexivas... así que a lo mejor es cuestión de probar otras cosas!! Yo me apunto la recomendación.
ResponderEliminarUn beso!!
Mi relación con la literatura oriental, sobre todo con la japonesa, es complicada. Me cuesta entender las reacciones de los personajes. Esa contención de emociones, el proceso emocional, los tabús... Por eso siempre me lo pienso dos veces antes de ponerme con libros de autores orientales.
ResponderEliminarUn besote.
Lo poquito que he leído de literatura japonesa me gusta, pero este libro que traes hoy no me atrae, así que lo dejo pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
Como en todos los casos, la recomendación de un blog personal es eso: personal. En mi opinión es una de las historias más hermosas y delicadas que he tenido entre las manos. Pero, al igual que la comida, japonesa, no es para todos, hay que mirar, escoger, hacerla tuya, respirar profundo...
ResponderEliminarPor supuesto, mi opinión es personal y subjetiva, como la de todos... Ahí está la gracia, en debatir y tener opiniones diferentes (y tolerarlas). No, supongo que la comida japonesa y su literatura no es para todos, como tampoco el cine de Tarantino, o el del maravilloso e impecable cine de Christopher Nolan. Saludos y bienvenido!
EliminarNo podría estar más de acuerdo con tu opinión :).
ResponderEliminarLo leí hará dos años, pero me gustó mucho precisamente porque es una novela lenta, que aparenta no avanzar pero que esconde de una muy bella forma su historia. Y el final es, coincido contigo, muy conmovedor y lleno de reflexiones.
Me parece curioso que hayas encontrado similitudes con Lost in translation, que también es una de mis películas favoritas, y ahora yo también las veo :D.
Uf, nos lo pones difícil... ¿Qué es eso de hacernos decidir a nosotros? :-p
ResponderEliminarMe estaba entrando por los ojos muy bien hasta que has dicho lo de los diálogos poco creíbles. Cuando me encuentro con algo así salgo de la historia por completo. No creo que lo lea; desde luego no voy a ir a buscarlo, aunque si me encuentro con él le echaré un vistazo.
Besos y gracias por la recomendación... o no.
CReo que este libro no es para mi y menos ahora que necesito lecturas más ligeras. NO me desagrada la literatura asiática y eso que a veces el choque cultural es tan fuerte que cuesta entenderla, pero no es el momento. Por cierto que a mi tampoco me gusta la comida japonesa, jaja
ResponderEliminarBs.
Pues entre que no la recomiendas y que a mí no me llama nada lo asiático, lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso
Al final la decisión de leerla siempre le queda al otro, no te apures, nos hacemos cargo. El caso es que la leí hace por lo menos 6 años porque no tenía ni blog y recuerdo que era de la biblioteca. Sinceramente en ese momento no me convenció, no descartaría leerla de nuevo por si fue una cuestión de ritmos o preferencias. A mi la comida japonesa me chifla y otras novelas del estilo me han gustado.
ResponderEliminarBesos
Con la literatura japonesa tengo mis dudas. He leído algo, poco la verdad, pero no sé, rara vez he conectado con el texto. Por lo tanto, no te garantizo que me anime con este y más si tú tampoco has estado muy allá. Besos
ResponderEliminarÚltimamente leo bastante literatura japonesa, pero sobre todo policiaca o fantástica-terror, esta no creo que caiga en mis manos.
ResponderEliminarBesos.
¡¡¡ALABADO SEA EL SEÑOR!!!
ResponderEliminarA mí también me da un montón de grima la comida japonesa y china, y la gente me trata como si estuviera loca... Me da mucho asco.
ESte título no lo conocía, pero recientemente me han regalado dos libros de este escritor, y bueno, a ver qué me resulta, y compararemos impresiones.
Besitos.
Este libro lo tengo apuntado hace tiempo, pero creo que tengo que encontrarle su momento, por eso muchas veces lo he pasado por alto en la biblio y he cogido otro, pero acabará cayendo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me pasa un poco como a ti, me cuesta conectar con la literatura oriental. Y con este libro tuve sentimientos encontrados. Hay cosas que me gustaron pero no logré conectar al cien por cien con él.
ResponderEliminarBesos
Me llama mucho la atención la literatura japonesa, pero reconozco que no siempre la digiero bien, como su comida... ni me hables del dichoso sushi. Me voy de tu reseña dudando si atreverme o no. Ya veré. Abrazos.
ResponderEliminarNo me llama esta vez y junto a tu opinión lo dejo pasar.
ResponderEliminarUn beso ;)
Gracias a todos por vuestros comentarios!!
ResponderEliminarA mi me encantó, me pareció preciosa la historia y también la forma de narrarla. Me encanta la literatura oriental, esa es la verdad
ResponderEliminarBesos
Yo con esta no me atrevo. Me da que estoy en uno de esos momentos en que necesito algo mucho más ameno y menos de leer entre líneas.
ResponderEliminarBesos
Mi relación con la literatura japonesa no es muy buena que digamos: leí La piscina, de Yoko Ogawa, me gustó, aunque su lectura se me hizo demasiado pausada y apenas pasaban cosas relevantes en la novela. Esta que reseñas no la veo para mí. Besos.
ResponderEliminarEn esta ocasión no coincidimos, a mí me encantó esta novela, de hecho la leí hace muchos años y el libro me lo habían prestado y es de esos libros que quiero tener sí o sí. También te digo que yo, aunque la tengo bastante abandonada, siempre he disfrutado mucho de la literatura japonesa.
ResponderEliminarBesos.
Es verdad que leo poca novela japonesa pero siempre me deja buen gusto. Este no lo conocía, a ver si para el próximo año me planteo viajar más a Japón.
ResponderEliminarBesos
A mi me cuesta la literatura oriental, no consigo encontrarme a gusto con ella o quizás es que no he acabado de acertar con los libros que he leído, no lo sé, pero esta no la apunto. Gracias por dar tu opinión sincera, es algo que valoro mucho.
ResponderEliminarBesos
Una lectura demasiado pausada para mi gusto, pese a que me apetece leer algo de un autor japonés y el tema prometía. Va a ser que no :/
ResponderEliminarYo de literatura japonesa no conozco nada (excepto el manga), pero esta con lo de que es pausada y por el argumento no me llama nada, la verdad. No digo en absoluto que vaya a ser mala, pero creo que a mí me llegaría a aburrir.
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