"Cuando recordaba que todo aquello había surgido de las manos y del alma de ese hombre sin recursos técnicos, comprendía que los hombres podían ser tan eficientes como Dios en ámbitos ajenos a la destrucción."
Conocía esta fábula clásica, pero no me he acercado a ella hasta que se me cruzó en el camino al buscar un libro que regalar a una buena amiga con la que no es nada fácil acertar en lo que a lecturas se refiere.
Escrita por Jean Giono, un francés de origen humilde, cuenta la historia (narrada en primera persona) de un joven que emprende un largo viaje por una zona totalmente alejada del conocimiento y visita de los turistas en los Alpes, cerca de la Provenza. A lo largo de la caminata solo encuentra llanuras monótonas y paisajes desoladores.
Nuestro protagonista se queda sin agua y la busca desesperadamente hasta llegar a un pueblo fantasma donde acaba encontrando a un pastor que le da de beber y lo acoge en su casa. Se trata de Elzéard Bouffier, un hombre de algo más de cincuenta años que, tras perder a su único hijo y a su mujer, se retira a la soledad y se deleita viviendo sin prisas, con sus ovejas y con su perro, plantando árboles. Lleva a cabo la tarea desinteresadamente, ni siquiera conoce a los posibles propietarios de las tierras. Considera que la zona está muriendo por la falta de árboles y como carece de ocupaciones más importantes, decide poner remedio a la situación.
El viajero regresa a casa y un año más tarde, en 1914, estalla la guerra, donde será reclutado durante cinco años. Tras la horrible experiencia, decide alejarse de todos y de todo y viaja para reencontrarse con Elzéard. Su sorpresa será mayúscula al comprobar cómo ha cambiado el paisaje, el maravilloso bosque que ha cobrado vida de la sola mano de un hombre y que le valdrá, con el paso de los años, la protección de la Administración.
Estamos ante una pequeña joya que fue rechazada en principio por las editoriales, tras lo cual el autor la puso a disposición de la revista Vogue. Desde ese momento, fruto de un gran acto de generosidad, permitió la libre circulación del texto (que puede encontrarse fácilmente por la red), con el propósito de que llegase al mayor número posible de lectores y los inspirase de alguna forma. Y así fue, porque "El hombre que plantaba árboles" es un canto a la naturaleza, a las segundas oportunidades y al cambio de vida cuando a priori parece que no tienes motivos para seguir; un cuento sobre la superación de las adversidades y sobre lo que puede llegar a conseguir un solo hombre cuando no se da por vencido, cuando la constancia y la perseverancia son los valores que rigen su vida.
En nuestro país hay diversas ediciones disponibles. La que compré para el regalo es la de Duomo, por las ilustraciones y porque contiene también un par de escenas en Pop-Up. También cuenta con su adaptación cinematográfica en forma de corto. Una historia inspiradora y llena de esperanza.
"Sin embargo, cabe imaginar que para llevar a cabo semejante hazaña, tuvo que vencer la adversidad; para lograr la victoria de tal pasión, tuvo que luchar desesperadamente."
Pues para un regalo me parece perfecto y más en esa edición ilustrada.
ResponderEliminarUn beso
Pues no me importaría hacerme con el. Además esta edición tiene que ser muy bonita.
ResponderEliminarPuede ser una buena opción para intercalar entre lecturas más áridas. Un beso.
ResponderEliminarHoy las dos traemos una historia escrita por francesas y con la misma guerra de fondo, qué cosas. Me ha hecho gracia la casualidad.
ResponderEliminarEste cuento no me importaría nada leerlo.
Besos.
No lo conocía, pero creo que es un buen regalo :)
ResponderEliminarBesos!
Un buen regalo para una ocasión especial, y encima con pop ups. No lo conocía pero lo dejo apuntado.
ResponderEliminar¡Besos!
Qué pintaza de libro, y la edición de Duomo es preciosa. Para regalo es una joyita, pero la que primera persona a quien se lo voy a regalar es a mí misma :)
ResponderEliminarNo lo conocía de nada, mil gracias por la reseña.
¡Besote!
No lo conocía pero puede ser una buena opción tanto para leer como para regalar
ResponderEliminarBesos
Qué lástima que haya de nuevo guerra de por medio. Pero por lo demás es tan bonito y relajante...no sé, según lo ibas contando me estaba dando paz y eso que al principio desconfié un poco por ser de esas historias de gente que viaja y encuentra respuestas...you know, jaja.
ResponderEliminarMe lo apunto.
Besos
Hace tiempo que la tengo en mi lista de pendientes, desde que leí "Un rey sin diversión", del mismo autor, y me quedé prendada de su manera de contar. No sabía lo de la revista Vogue, ni de todo el peregrinaje de este manuscrito. Bss
ResponderEliminarNo conocía esta historia , al menos en estos momentos no me suena, pero me ha parecido preciosa. sin duda tomo buena nota.
ResponderEliminarBesos.
Me encanta lo que dices, me ha hecho pensar lo alejado que estamos de la naturaleza en estos tiempos. Creo que falta simbiosis.
ResponderEliminarTuve que leerla hace un años para la clase de francés, y hace poco he vuelto a leerla y oírla también para la clase de francés. La verdad es que presenta un historia que emociona. Me gustó mucho. Gracias por recordármela. Abrazos.
ResponderEliminarAh, pues nada, que para ser una joya que debería de conocer, ni idea. Me has pillado pero del todo, así que me toca hacer los deberes y llamar a mi librera dentro de un rato, más de un rato
ResponderEliminarBesos y gracias por el descubrimiento
Pues me has convencido, no conocía esta fábula pero la buscaré.
ResponderEliminarBesos
Pues pinta muy bien, no lo conocía =)
ResponderEliminarBesotes
Me gusta lo que cuentas, así que me lo llevo, he pensado primero para un regalo, pero oye, que igual el regalo me lo hago a mi misma jeje
ResponderEliminarBesos
De lo más interesante lo que traes hoy. No lo conocía yo tampoco, me has dejado con todas las ganas. me la llevo.
ResponderEliminarBesitos y gracias.
¡Qué preciosidad de edición! Me parece un regalo fantástico.
ResponderEliminarQué edición más bonita! No conocía la fábula y se ve muy interesante, la leeré.
ResponderEliminarBesos